
Llego Diciembre (o mejor dicho BEBESIEMPRE), ya el pacheco se hace sentir, el San Nicolás de Imgeve ya pago las utilidades a los Enanos (jode, como les tengo fobia) y Renos, ya se venden (y escuchan…) triqui traquis, tumba ranchos, mata suegras, Bin Laden, Tri Nitro Tolueno, C4, Semtex, Bombas de Fisión y cuanto perol haga ruido después de segundos de encender una mecha o detonador…
Ya me comí el primer Pan de Jamón (25.000 Bs. O, para cumplir con la ley 25 BsF.), la contra? Pues que mi “Hallaca Counter” esta en 0 (CERO) todavía…
Me encantan las hallacas, si por mi fuera comería hallacas todo el año, si fuera presidente haría un decreto que institucionalizara la hallaca como plato típico, que se joda el pabellón y las arepas, púdrase el majarete y las cachapas, al diablo con el pisillo de chiguire y el pastel de chucho, la Hallaca siempre será la reina, y en su condición monárquica puede mandar a callar a cuanto alimento bolivariano mesmo se prepare en el país por muy típico o antiguo que pueda ser… no me importa si cuando llego Colón los indiecitos estaban haciendo un sancocho a orilla de la playa, la Hallaca manda y punto.
Según el mito, la Hallaca surgió porque los negros (esclavos como es lógico) y los indios (vaya raza…) unían lo que quedaba de las comidas de los Conquistadores (dígalo ahí Rey Juan Carlos que ese mote no puede más que Molar?) y lo envolvían en hojas de plátanos… de allí (según el mito) surgió el mejor plato que la humanidad haya conocido (por lo menos la humanidad Venezolana).
Existen Hallacas “buenas – Malas”, “Sabrosas – Bazofias”, “Hermosas – Mal amarradas”, Andinas, Orientales, llaneras, caraqueñas y hasta Gourmets… pero la mejor hallaca es la de mi mamá!, no importa que el bollo de mis hermanas salga piche, mi madre hace las mejores hallacas del planeta y san seacabo.
En casa, mi madre no tiene una tradición particular, no nos reunimos a hacer hallacas en familia, las hallacas nacen de la frase “ay, mami, quien pudiera comerse una hallaca de verdad como las que haces tú…” soltada como quien no quiere la cosa por este servidor, o sencillamente porque a mi madre (oriental al fin) le nace del forro de los cojones (y vaya que tiene) el hacer hallacas. Y como buena mujer independiente, dueña de sus actos y responsable para con sus congéneres (yo) ella misma va al mercado a comprar la gallina a la cual hábilmente ella misma decapita con un rápido movimiento de muñeca, ella se encarga de comprar el maíz y molerlo para hacer la masa, ella compra los ingredientes para hacer el guiso (y lo hace sola), ella arma, amarra y sancocha el alimento en cuestión, yo como buen hijo respetuoso de las labores de mi madre observo (fijamente eso si…) y voy probando el guiso de tanto en tanto acompañado con Casabe mojado, y fielmente, sin moverme espero al mejor regalo que mi madre puede darme, una hallaca especialmente hecha para este humilde servidor con el peso de 1 Kg….
Definitivamente, La Mejor Hallaca es la de mi Mamá.